Simplemente no hay comparación entre las judías verdes recién recolectadas y las enlatadas que venden en la tienda de comestibles. Congele un puñado de judías verdes mientras están en temporada, y podrá disfrutar de ese sabor fresco de granja durante todo el año. Aquí hay una guía paso a paso para guiarte en el proceso
01 - Separación de los extremos del tallo
Lava tus judías verdes. Luego, separa los extremos de cada grano para quitar la parte del tallo. Si sus granos tienen una cadena que se extiende por sus lados, quítelo cuando esté chasqueando los extremos. Deje los frijoles largos, o córtelos a su tamaño deseado.
02 - Blanche las judías verdes
03 - Sumerge las judías verdes en un baño de hielo
Transfiera las judías verdes blanqueadas a un baño de hielo para detener el proceso de cocción. Déjalos enfriar por unos minutos. Luego, escúrralos en un colador y sécalos con una toalla. Mientras más agua elimine de los granos, menos cristales de hielo tendrá cuando los congele.
04 - Flash Congelar las judías verdes
Extiende las judías verdes en una bandeja para hornear galletas en una sola capa y desteléllalas. Esto evitará que sus granos se congelen en grupos, y los hará más fáciles de usar más adelante.
05 - Transfiere los frijoles congelados a las bolsas del congelador
Cuando las judías verdes estén congeladas, transfiéralas a las bolsas del congelador y devuélvalas al congelador. Sus judías verdes se mantendrán indefinidamente, pero se usan mejor en un año.
Para usar: Simplemente extraiga tantos frijoles como necesite y proceda con su receta. No es necesario descongelar sus granos antes de usarlos.