Recetas caseras de enjuague bucal de bicarbonato

Una opción económica y fácil para una respiración fresca

Si está buscando una forma barata y natural de refrescar su aliento, es posible que no necesite buscar más allá de su propia despensa o refrigerador. Uno de los muchos usos del bicarbonato de sodio es cepillarse los dientes, pero mezclado con agua también se puede usar como enjuague bucal. Pruebe estas recetas sencillas.

Enjuague bucal de bicarbonato de sodio

Agregue media cucharadita de bicarbonato de sodio a medio vaso de agua tibia, y úselo para hacer gárgaras. Es una solución instantánea incluso para el peor caso de mal aliento.

Puede hacer refrescos cada vez con bicarbonato de sodio en polvo o mezclar lo suficiente para usar durante tres o cuatro días. Después de ese período de tiempo, es probable que se haya degradado a carbonato de sodio, que todavía está bien pero no tan equilibrado como un enjuague fresco.

Bicarbonato de sodio y enjuague bucal de sal

El Instituto Nacional del Cáncer recomienda esto como un enjuague bucal que se utilizará cada tres horas durante el día para las personas que tienen cambios de boca y sabor secos debido a la quimioterapia. Mezcle una taza de agua tibia, 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio y 1/8 de cucharadita de sal. Después de darle pequeños sorbos alrededor de la boca, enjuáguese la boca con agua corriente. Ya sea que esté recibiendo quimioterapia o no, este puede ser un buen enjuague bucal si tiene aftas, dolor de encías, etc.

Por qué funciona

Bicarbonato de sodio neutraliza los olores en la boca en lugar de simplemente cubrirlos. Es de pH alcalino, que se equilibra con los ácidos producidos por bacterias en la boca y bebidas ácidas como refrescos y café.

Beneficios

Consejos

  1. Guarde un poco de bicarbonato de sodio en su bolso o maletín, e incluso puede refrescar el aliento en el camino. Asegúrate de etiquetarlo para que no tengas que explicar el polvo blanco que pueda generar cierta preocupación. Aún puede tener algunas explicaciones para hacer.
  2. Si olvida el sabor del enjuague bucal adquirido en la tienda, agregue una gota de aceite de menta para obtener un sabor a menta.
  3. Si prefiere hacer grandes lotes, hierva el agua y agregue una cucharadita de bicarbonato de sodio por cada ocho onzas de agua. Almacenar en un recipiente esterilizado.